Continúa el proyecto de difusión de Loma de
las Tapias
Hay gliptodontes cerca de la ciudad
Entre Ullum y Albardón existe
una región que conserva restos fósiles de animales
que vivieron en la Era Cenozoica.
Es Loma de las Tapias, un sitio declarado Área Natural
Protegida y cuyas riquezas paleontológicas son difundidas
por el Instituto de Geología Emiliano Aparicio de la
Facultad de Ciencias Exactas de la UNSJ.
POR FABIÁN ROJAS
equipo
de extensión |
Profesor Víctor Hugo
Contreras, responsable del proyecto; licenciada
Adriana Bracco; Vicente Mulet, técnico del
CONICET; licenciados Marcelo Jordán y Miriam
Gómez, profesora Mabel Allende y técnico
Dardo Recabarren, profesionales de Áreas
Naturales Protegidas de la Subsecretaría
de Medio Ambiente; Pablo Molina, Juan Ariza, Mauro
Alcalde y Carlos Accoroni, estudiantes de Licenciatura
en Geología y Claudia Álamo y Gilda
Matei, estudiantes de Licenciatura en Turismo. |
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Si se da una tregua al control remoto
en medio del zapping entre documentales científicos
de TV y se busca establecer contacto directo con la prehistoria,
la geografía de San Juan permite apreciar in situ,
a muy escasa distancia de la ciudad, auténticas “perlas”
paleontológicas. Es el caso de la ahora promocionada
Loma de las Tapias, un valioso reservorio natural de restos
fósiles situado a veinte kilómetros de la Capital,
en los departamentos Ullum y Albardón. La región
es una amplia zona de suelos pobres y salinos, lo que determina
que la vegetación sea escasa. En esos páramos
persisten restos fósiles de mamíferos, anfibios
y reptiles como lagartos y tortugas, todos de aspectos extraños
y extinguidos, que vivieron en un ambiente muy distinto del
actual desierto. De los retoques estéticos del lugar
se encargó el tiempo, el implacable, el que pasó:
las rocas de ese territorio y toda su riqueza geológica
datan de entre 11 a 3,5 millones de años, periodo correspondiente
al final de la Era Cenozoica.
Luego de más de dos décadas de investigaciones
la UNSJ, a través del Instituto de Geología
“Emiliano Aparicio” de la Facultad de Ciencias
Exactas, Físicas y Naturales (FCEFN), está llevando
adelante métodos de divulgación sobre este genuino
museo en estado natural. El mayor objetivo es lograr que la
comunidad adquiera conciencia de que allí yace algo
de la prehistoria. Por ello este año sigue su curso
el proyecto de extensión que vio la luz en febrero
de 2005, denominado “Loma de las Tapias: La prehistoria
a la puerta de la Ciudad de San Juan. Promoción y difusión
de un Área Natural Protegida”. El responsable
del programa es el profesor Víctor Hugo Contreras,
quien trabaja junto a un equipo interdisciplinario integrado
por profesionales y alumnos avanzados.

El proyecto se puso en marcha distribuyendo
entre turistas materiales impresos con las características
del lugar y con la elaboración de un audiovisual sobre
la paleontología en la región. En el presente
periodo el plan continúa con tales métodos de
difusión, pero además será el tiempo
de ofrecer charlas y talleres con la proyección del
video en las escuelas del Gran San Juan, Ullum y Albardón.
El afán de protección
En noviembre de 2002 la Ley Provincial
N° 7307 otorgó a Loma de las Tapias la categoría
de Área Natural Protegida, confiriéndole las
cualidades de Parque Natural y Paisaje Protegido. Las Áreas
Naturales Protegidas son superficies del planeta seleccionadas
por el hombre para preservar y conservar la biodiversidad,
el paisaje, el patrimonio natural y cultural. Pero en esa
región se practican actividades de motos enduro y de
vehículos 4 x 4, además de ser utilizada como
vertedero clandestino de residuos domiciliaros y escombros.
La inevitable consecuencia es la destrucción y contaminación
de ese ambiente.
Por esta necesidad de protección y conciencia sobre
aquellos valores geológico-paleontológicos es
que en el marco del mismo proyecto se dictó en octubre
último en la FCEFN el curso “Geoparques y el
Turismo Sustentable”, con docentes del CONICET, de la
UNSJ y de la Subsecretaría de Medio Ambiente de la
Provincia. En él participaron gendarmes, agentes de
la policía ecológica, profesionales universitarios
y empresarios, entre otros.
En la misma línea de inquietud estarán dirigidos,
desde mayo de este año, los Talleres de Conservación
de Áreas Protegidas en las escuelas antes mencionadas.
En tales ocasiones habrá encuestas antes y después
de los talleres para evaluar conocimientos en los docentes.
Ellos serán los encargados de retransmitir a sus alumnos
que en un umbral de la ciudad, vulnerable al turismo weekend
motorizado, Loma de las Tapias aún conserva prehistoria.
La
ruta a la prehistoria
A Loma de las Tapias se llega, partiendo de la ciudad
de San Juan, por la ruta provincial Nº 14, que bordea
el Dique Ignacio de la Roza y pasa por el Dique de Embalse
Ullum. Desde allí, y en dirección nordeste,
hasta las proximidades de la sierra de Villicum, se extiende
esta región paleontológica, que es una amplia
zona de huayquerías o “tierras malas”,
erosionadas en suave lomadas de colores pardo, gris o
pardo rojizo. señales
en las rocas
Si bien la “caza” de fósiles se realiza
primariamente escudriñando la superficie de las
rocas erosionadas, su recolección se va documentando
sobre un esquema gráfico llamado perfil estratigráfico,
que representa las capas de rocas sedimentarias analizadas,
para dejar constancia de qué resto fósil
fue hallado en tal o cual nivel o capa. Esta información
es una base de datos fundamental para evaluar cómo
han cambiado las sucesivas formas de vida, compararlas
con otras de regiones vecinas e interpretar su dinámica
a través del tiempo geológico. Los restos
fósiles se envían a los laboratorios de
la UNSJ para su preparación y estudio. Allí
se los identifica y se considera su ubicación
en la pasada naturaleza. Luego se determinan los parentescos
y linajes de descendencia.
la fauna de ayer
En Loma de Las Tapias se encontraron fósiles
de reptiles, como lagartos y tortugas y anfibios. Se
ha hallado un resto óseo de ave, en tanto que
los invertebrados están representados por moluscos
de agua dulce. Los mamíferos eran “Marsupiales”,
de un tamaño variable entre el de una comadreja
hasta el de un perro mediano actuales. Tenían
marcados hábitos carnívoros. Otros mamíferos
encontrados son los “Gliptodontes”, animales
con carapachos, y los “Perezosos de tierra”,
de hábitos terrestres y herbívoros. Algunos
de ellos llegaron a medir hasta tres metros de largo.
Además, los “Dasipódidos”,
similares a los quirquinchos, mulitas y tatúes
actuales. También se comprobó la presencia
de antepasados de roedores que viven en San Juan, como
la rata chinchilla, la vizcacha y la liebre patagónica.
Hubo otras especies de mamíferos terrestres y
herbívoros, como los Proterotéridos, de
aspecto y tamaño similar al de pequeños
caballos con adaptación a la carrera; y los Macrauquénidos,
mayores que los anteriores y de aspecto convergente
con los actuales camellos arábigos. También
vivieron los “Toxodóntidos”, de hasta
tres metros de largo y con aspecto de rinoceronte. Por
otro lado, los “Tipotéridos” y “Hegetotéridos”,
del tamaño de una oveja al de una liebre actual,
con dentadura rodentiforme y convergentes con el modo
de vida de las actuales liebres patagónicas. |
CONTACTO |
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Instituto
de Geología Emiliano P. Aparicio
Facultad de Ciencias Exactas, Físicas
y Naturales - UNSJ
Av. Ignacio de la Roza y Meglioli
Tel. 0264-4234129 / 4264940 Int. 162 (Gabinete de Estratigrafía) |
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