Universidad Nacional de San Juan - Argentina - Abril 2006 - Año III - Nº 19

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VOCATIVOS EN SITCOMS DE EE.UU. Y ARGENTINA

Costumbres argentinas

Si las comedias son el reflejo de la vida cotidiana de los miembros de una sociedad, de ellas se desprende que a los argentinos nos gusta que nuestro Interlocutor nos preste atención al hablar, y que además somos más afectuosos que los estadounidenses.
Por lo menos así lo refleja un proyecto de investigación de la UNSJ que reveló que las comedias televisivas argentinas usan un 40 por ciento más de vocativos (fórmulas de tratamientos nominales que se emplean para llamar la atención) que las estadounidenses.
Además dejó al descubierto que los argentinos exteriorizan sus sentimientos en los diálogos con mayor frecuencia que los norteamericanos.
El proyecto se denomina “Fórmulas de tratamiento en inglés y español en géneros televisivos”, y está a cargo de la doctora Rosa María Sanou.
El equipo grabó 20 Horas de sitcoms argentinas y 20 horas de norteamericanas para hacer el análisis.
El resultado más Sobresaliente del proyecto tiene que ver con las costumbres argentinas plasmadas en comedias de situaciones.

Las conversaciones cotidianas ofrecen un modo de comunicación privilegiado donde se pone de manifiesto el complicado juego de las relaciones sociales entre los usuarios de una lengua. Es aquí donde desempeñan un rol fundamental las fórmulas de tratamiento que configuran un conjunto particular de recursos lingüísticos, que operan como verdaderos marcadores sociales.
A los fines de la investigación desarrollada en el proyecto “Fórmulas de tratamiento en inglés y español en géneros televisivos” (CICITCA-UNSJ, 2003-2005) resultó provechosa la aplicación del enfoque sociolingüístico al estudio de estas formas de tratamiento en textos provenientes de las comedias televisivas conocidas como sitcoms.
Durante el desarrollo del proyecto analizamos las fórmulas de tratamiento nominales, en función vocativa, o sea cuando se emplean para llamar la atención del destinatario del mensaje. En relación con los tipos de vocativos estudiados, se utilizó la clasificación propuesta por autores que reconocen: nombres personales y formas ocupacionales, generales, de afecto y de parentesco.

A manera de síntesis, resaltamos algunas de las conclusiones principales:

  • los personajes
    de las comedias
    argentinas tienen una fuerte tendencia a
    exteriorizar sus
    sentimientos hacia
    el destinatario
    por medio del lenguaje,
    nombrándolo
    con sustantivos teñidos
    de subjetividad.
    Observamos una importante diferencia en la frecuencia de uso de vocativos entre las comedias nacionales y las norteamericanas: a igualdad de horas de grabación, las primeras utilizan un 40 por ciento más de vocativos que las segundas. Esta mayor frecuencia de vocativos por parte de los personajes en las comedias nacionales señala una clara inclinación a llamar la atención del oyente a cada momento, para lograr una comunicación más estrecha o intensa entre él y su interlocutor tanto en intercambios verbalmente cordiales como agresivos.
  • Al comparar el porcentaje de uso de cada una de las categorías vocativas dentro del corpus inglés y dentro del español, se observa que éstas presentan cifras prácticamente iguales. Los nombres personales representan la primera elección del hablante para nombrar al destinatario y ocupan alrededor del 56 por ciento del total de las formas vocativas, en inglés y español. Constituyen la manera inequívoca y más neutra -en la escala de formalidad / informalidad- de identificar al oyente. Dentro de las combinaciones posibles, el uso del nombre de pila o sobrenombre representa la forma favorita, ya que ocupa el primer lugar en la frecuencia de uso (376 instancias en inglés y 562 en español).
    Entre los ejemplos de nombres de pila y apodos, con o sin adjetivos calificativos, posesivos, demostrativos, se registraron: Maxwell, my dear sweet Rach, Susan / querido Felipe, Inesita de mi vida, Paul querido. El apodo aparece también en su forma diminutiva: Gracie, Peggy, Willie, Joey / Carmencita, Florcita, Chichita, Titito. En cuanto a los nombres de pila pueden figurar apocopados como en: Mon, Al, Val, Rach / Pao, Leo, Vale, Feli, llegando incluso a apocoparse cuando están en su forma diminutiva: Coqui(to), Ani(ta), Yoli(ta).
    Cabe destacar que el caso del apellido que se emplea se da únicamente en las comedias nacionales (58 instancias), sin que esto necesariamente exprese distancia social o se asocie a un registro formal. Lo observamos con frecuencia entre miembros de una misma pareja, particularmente por parte de las mujeres, para llamar la atención de su novio o esposo. La tendencia argentina a acortar los nombres propios es tan marcada que incluso hay ejemplos de apócope de apellido (Uri, en vez de Uriarte, en la comedia “Los Roldán”).
  • Esta brecha entre las comedias argentinas y norteamericanas -relacionada con el número de instancias en que se usan los vocativos en general- se profundiza aún más al estudiar en particular las formas de afecto, cordialidad y amistad. Si bien dentro de cada corpus representan el 14 por ciento, en español se actualizan prácticamente el doble de veces que en inglés; lo que deriva en intercambios verbales más expresivos o efusivos, cargados de una mayor cuota de afectividad. Este comportamiento está muy ligado a la idiosincrasia de los argentinos, normalmente más sentimentales y demostrativos que los anglosajones. Particularmente, los personajes de las comedias argentinas tienen una fuerte tendencia a exteriorizar sus sentimientos hacia el destinatario por medio del lenguaje, nombrándolo con sustantivos teñidos de subjetividad. Muchas veces la función comunicativa de estos vocativos se ve reforzada por el contacto físico, ya sea una palmada o un beso para manifestar cariño, o un empujón o un golpe para manifestar enojo.
  • Esta mayor expresividad también se traduce en un inventario mucho más rico de formas vocativas de cordialidad. En las producciones nacionales observamos 48 diferentes ítemes léxicos mientras que las norteamericanas presentan sólo 28. Dentro de estos inventarios, honey y mi amor funcionan casi como formas emblemáticas para expresar cariño. De hecho, se produce una polarización entre honey y mi amor (con unas 45 ocurrencias), por un lado, y todas las demás formas vocativas (utilizadas sólo entre 1 y 10 veces cada una), por otro. Independientemente del sexo, edad o clase social tanto del emisor como del receptor, estos dos términos de afecto representan la primera elección de los hablantes cuando optan por nombrar al destinatario cariñosamente y las emplean en una variada gama de situaciones comunicativas, con muy diferentes intenciones u objetivos.
    A título de ejemplo, incluimos algunos de los vocablos registrados para esta clase de vocativos: pumpkin, pal, buddy, darling, dude, sweety, sweetheart, (my) dear (en inglés), amada mía, amigo, gordo, flaco, loco, (mi) vida, linda, morsa, querida, tesoro, macho, enano, che (en español).
  • Los vocativos de parentesco (daddy, mom, brother, grandma / tío, papucho, mami, hermanito) registran alrededor de un 15 por ciento, los generales (man, mister, sir, people, kid(s), baby, boys, madam, lady / señorita, señor, caballero, don, viejo, chicos, hombre, niña, muchachos) ocupan el 12 por ciento, mientras que los ocupacionales (Reverend Faltier, Mr. mailman, prince, princess, Mr. President, Doctor Goldfine / cura, presidente, zapatero, oficial, juez, director, coronel, jefe, policía) ofrecen un 3 por ciento, en inglés y español. Estos tres tipos de vocativos se presentan modificados por adjetivos, y/o combinados en fórmulas que incluyen también el nombre de pila, sobrenombre y apellido.
  • Por último, con excepción de los nombres personales, las otras cuatro clases de vocativos presentan ocurrencias de un uso no literal. Éste abarca, por un lado, casos de extensión semántica –en que se amplía la dimensión semántica para designar otros vínculos o entidades no asociados normalmente con la palabra- (brother, son / papito, hermano) y, por otro lado, el empleo de metáforas de la realidad (pumpkin, cradle robber / banana, zapato)

 

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