El orujo de uva
que puede mejorar la vida
Desde el Instituto de
Biotecnología y el Departamento de Ingeniería
Química de la Facultad de Ingeniería, se está
desarrollando un proyecto destinado aprovechar de manera integral
los orujos de uvas de la Provincia. La meta es utilizar nuevas
tecnologías para obtener subproductos de la uva de
reconocida eficacia PARA LA salud humana a escala industrial.
POR SUSANA ROLDÁN
Dicen
que durante sus ayunos, Mahatma Gandhi sólo consumía
jugos de uva, elaborados con todas las partes de la fruta:
pulpa, semilla y hollejo. Así lograba soportar interminables
jornadas, gracias a las propiedades que esta fruta de alto
valor nutritivo aporta al organismo.
Pero valiéndonos de la sabiduría popular, podemos
afirmar que “no sólo de jugo de uva vive el hombre”.
Esto es así porque además de constituir la base
de la industria madre de la Provincia, la uva y sus subproductos
tienen múltiples aplicaciones. Con el fin de profundizar
en la búsqueda de estas aplicaciones, un grupo de investigadores
del Instituto de Biotecnología y del Departamento de
Ingeniería Química de la Facultad de Ingeniería,
dirigidos por el Ingeniero José Miguel Pía,
encaró en el año 2003 el proyecto denominado
“Caracterización y obtención de resveratrol
a partir de orujos de uvas blancas de San Juan”. Su
principal objetivo era la extracción de un importante
antioxidante, el resveratrol, del orujo de uvas blancas.
El equipo de investigadores trabajó sobre los avances
que la vitivinicultura había experimentado a partir
de la década del 90. Explica el Ingeniero Pía
que “hubo un punto de inflexión en la vitivinicultura:
cambia la tecnología, fundamentalmente porque avanza
mucho el conocimiento en todo lo que es la composición
de la uva y sus componentes. Ahí aparecen estos compuestos,
que antes no se los tenía identificados en la uva,
el vino y sus derivados, como el resveratrol, OPC, que son
sustancias que contribuyen a mejorar la salud humana por su
poder antioxidante y se utilizan en farmacopea y en cosmética”.
Desde 2003 hasta 2005, el equipo avanzó en la obtención
del resveratrol, al tiempo que analizaban el aspecto económico
del proyecto. “Con la intención de averiguar
si el proyecto era viable técnica y económicamente,
indagamos sobre el resveratrol en el mercado internacional.
Con sorpresa, nos enteramos que hay tres grandes importadores
en el mundo de resveratrol: Afganistán, India y China,
donde se usa como antioxidante y en la industria cosmética”.
La investigación, en este punto, tomó un giro
inesperado. “Es lo que ocurre muchas veces con los trabajos
de investigación: se parte de una hipótesis,
se fijan objetivos, se esperan resultados, pero en el camino
aparecen nuevos elementos y la investigación puede
derivar en otras alternativas”, refiere el Ingeniero
Pía. “Esto sucedió cuando averiguamos
que del orujo de uva se pueden obtener, aparte del resveratrol,
otras sustancias que el mismo contiene. En ese momento nos
replanteamos los objetivos del proyecto original, surgiendo
la idea de denominarlo ‘Aprovechamiento integral de
sustancias contenidas en orujos de uvas de San Juan’.
Ya no hablamos de obtener solamente resveratrol, sino también
otros productos, como oligómeros procianidólicos
(OPC), que en términos genéricos son algunos,
no todos, de los taninos que también hay en el orujo
y que tienen poder antioxidante y otras propiedades beneficiosas
para la salud. Otro ejemplo es la obtención del aceite
que está en las pepitas de uva y el abono que se puede
obtener de su residuo”.
Así planteado, el nuevo proyecto fue presentado a la
convocatoria para el programa “Universidad y Desarrollo
Local” que la Secretaría de Políticas
Universitarias (SPU) lanzó en el 2005, con una inversión
total de dos millones de pesos. En noviembre de 2005 se conocieron
los resultados, que seleccionaban al proyecto otorgándole
financiación a través de la Res. Nº 341
de la SPU.
“El planteo global del proyecto es utilizar otra tecnología
en el tratamiento de los orujos. La finalidad, como ya se
expresó, no es solamente la obtención de resveratrol,
porque sería antieconómico, sino de otros subproductos
del orujo. Actualmente esta planta se ha construido en instalaciones
de la empresa Cepas Argentinas con la que la Universidad ya
ha firmado el convenio correspondiente”.
Un fruto noble
equipo
Director. Ing. José Miguel Pía. Integrantes:
Ing. Roberto Edgar Cáceres, Dr. Omar M. Baudino
e Ing. Clara Ximena Cáceres. Incluidos también
investigadores de otras
instituciones: Dr. Carlos Alberto Zuritz (Ph.D.)
Investigador Principal del CONICET y el Dr. Rodolfo
Faustino Segovia de la UNSL. |
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Además de los productos más
conocidos que se pueden obtener de la uva, como el vino, el
mosto, los jugos y las pasas, pueden extraerse derivados,
tales como:
Extracto de Semilla de Uva -OPC (Complejos procianidólicos
oligoméricos) y resveratrol
Generalmente se presentan en cápsulas, que al ser ingeridas,
actúan como neutralizadores de los radicales libres
en el cuerpo humano. Son más conocidos como “Antioxidantes”.
Estos mantienen suaves los tejidos conjuntivos, actúan
como anti-inflamatorio, anti-artrítico, anti-histamínico,
anti-alérgico, anti-ulceroso, previenen el cáncer,
las enfermedades degenerativas, detienen la progresión
de las cataratas. Previenen el envejecimiento de la piel,
protegen los pulmones. También se los utiliza en la
industria de perfumería.
Alcohol etílico, tartrato de calcio, ácido
tartárico, vinagre, aceite de pepita, mejoradores de
suelo, conservas de hojas, aglomerados para el uso de carpintería,
aguardiente. También azúcar de uva, dulce, jalea,
mermelada, además de las uvas conservadas en licor
o en almíbar.
TRABAJANDO PARA EL DESARROLLO
Más de 300 proyectos se presentaron
al programa “Universidad y Desarrollo Local”,
convocado por la SPU, revelando el interés por
la problemática existente en las universidades
y la consecuente respuesta a una demanda latente de
magnitud considerable.
La Comisión Evaluadora seleccionó tres
grupos de proyectos:
El primer grupo se compone de 27 proyectos seleccionados
que, a juicio de la Comisión, “mejor responden
a los parámetros de la convocatoria y los lineamientos
del programa y que, por su calidad y pertinencia, merecen
su priorización para el financiamiento”.
En este grupo se inscribe el proyecto presentado por
la UNSJ.
El segundo grupo se compone de otros 27 proyectos seleccionados
que, al igual que los anteriores, la Comisión
también considera que “se ajustan a los
términos de referencia de la convocatoria y los
fundamentos del programa”, y recomienda su financiamiento
parcial, conforme “a la disponibilidad de recursos
prevista en la convocatoria”.
El tercer grupo se constituye de 15 proyectos que, a
juicio de la Comisión, su implementación
“podría significar una contribución
para fortalecer la capacidad de análisis y acción
de las universidades en la problemática del Desarrollo
Local”. Por tal motivo, la Comisión emitió
“una recomendación especial para que el
Secretario de Políticas Universitarias considere
la posibilidad de fortalecer los mismos a través
de otras líneas o mecanismos de apoyo institucional”. |
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