debate
La universidad frente
al complejo problema del ingreso
DEBATEN |
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Profesor
Luis Garcés
Especialista en Educación
Ex Secretario Académico UNSJ
Docente e investigador
FFHA - UNSJ |
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Profesora
Isabel Gironés de Sánchez
Ex Ministro de Educación de San Juan
Docente e investigadora
FFHA - UNSJ |
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Ingeniera
Mabel Barrera
Docente e investigadora
Secretaria Académica
Facultad de Ingeniería - UNSJ |
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Ingresar
en una carrera universitaria, cursar y egresar son partes
de un proceso en la vida institucional educativa de un país
que no debiera presentar mayores problemas, siempre que
estén dadas las condiciones ideales. Está
claro que esto no ocurre en la Argentina. Desde hace varios
años, son recurrentes las polémicas que se
suscitan tras los aplazos masivos de aspirantes al ingreso
en las universidades nacionales. También son recurrentes
las opiniones orientadas a buscar los responsables de que
miles de chicos no puedan iniciar sus estudios universitarios.
¿Quién es el culpable? ¿La escuela
media, la universidad, los padres, los mismos chicos? ¿Todos?...
La UNSJ no está exenta de este preocupante fenómeno.
Según los datos resultantes del ingreso 2007, aproximadamente
un 30% de los aspirantes se quedó fuera del sistema,
aun cuando todas las facultades redoblaron sus esfuerzos
para generar más y mejores condiciones para los alumnos.
Ante esta realidad, Revista La U pidió
opiniones a diferentes académicos poniendo énfasis
en el rol que la universidad debe asumir ante este problema.
El sistema de ingreso, ¿irrestricto
o restricto?
LG:
-El sistema de ingreso en la UNSJ resulta formalmente
ambiguo respecto a su grado de restricción. En la
práctica existen ámbitos de la universidad
en los que el ingreso resulta irrestricto y otros donde
se dan restricciones dadas por evaluaciones que surgen del
curso de ingreso. Hay carreras, departamentos y/o facultades,
que en función de distintos criterios (insuficiencia
de equipos docentes, falta de infraestructura, selección
meritocrática, etc.) colocan cupos máximos
para el ingreso y “filtran” a través
de la aprobación/reprobación del curso de
ingreso. En tales casos el ingreso resulta claramente restricto.
También se observa una tendencia a “endurecer”
los requisitos de ingreso en carreras que tienen mucha demanda,
mientras que en aquellas de escasa matriculación
los requisitos suelen ser más “light”;
los primeros se acercan así a condiciones restrictas,
mientras que los segundos se asemejan a condiciones de ingreso
irrestricto.
Sistema de
ingreso
en la UNSJ La
UNSJ, por ordenanza Nº 6/95-CS, establece
en su jurisdicción un sistema de ingreso
común para las facultades que la conforman.
Entre los aspectos que contempla la ordenanza
se encuentra el “curso de ingreso”
que incluye tres etapas: orientación,
nivelación y conocimientos específicos.
El curso tiene carácter obligatorio con
modalidad presencial, con exigencia mínima
del 75% de asistencia y el 100% de evaluaciones
aprobadas. Es decir, que para ingresar en cualquier
carrera el aspirante debe superar la instancia
de evaluación y dar cuenta de conocimientos
y competencias necesarias para iniciar los estudios
superiores. Son condiciones mínimas;
además, si el alumno no supera las evaluaciones,
puede repetir el curso al año siguiente. |
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IGS: -Nuestra universidad
tiene en teoría ingreso irrestricto, por cuanto a
diferencia de las universidades privadas (y algunas estatales)
no tiene un “examen de ingreso eliminatorio”,
por lo tanto cualquier alumno tiene la posibilidad de ingresar
reuniendo los requisitos que marca la ley. Sin embargo,
cuando se observa la realidad del ingreso, conectada al
desgranamiento que sufren las cátedras del primer
año de las carreras, los docentes de primer año
tienen plena conciencia de que “algo está fallando”,
ya que en el primer cuatrimestre se produce un alto índice
de desgranamiento temprano, y generalmente se busca una
explicación simplificante en la mala base del ciclo
anterior y el fracaso de la reforma educativa”. No
quiero decir que no existan estos problemas, que los hay
y graves, pero creo que el tema es más complejo.
MB: -Cada facultad
posee realidades distintas y sería muy difícil
sintetizar en un solo concepto. En la Facultad de Ingeniería
hemos realizado avances importantes, al incluir por ejemplo
en el curso solo dos asignaturas, Matemáticas y Comprensión
de texto. De todos modos puede decirse que el sistema de
ingreso es restricto desde el punto de vista académico
y de las competencias de los alumnos, puesto que para ingresar
en la UNSJ el alumno debe aprobar un curso de ingreso. Pero
este no es el único factor restrictivo. El sistema,
tal como está planteado, no da igualdad de oportunidades
a todos. Estudiar en la UNSJ para un adolescente que vive
en el centro no es lo mismo que para un chico que viene
desde un departamento alejado. Esto influye sensiblemente
en nuestra juventud y son asimetrías que tenemos
la responsabilidad de resolver.
Ingreso 2007
Estadísticas por Facultad
FFHA
Inscriptos: 818
Cursantes: 797
Ingresantes: 456
FAUD
Inscriptos: 472
Cursantes: 307
Ingresantes: 175*
*no se considera los resultados del último
recuperatorio tomado el 4 de mayo, en el que
sólo pudieron rendir quienes tenían
aprobado un sólo módulo.
FACSO
Inscriptos: 2624
Cursantes: 1650
Ingresantes: 1127
FCEFN
Inscriptos: 700
Cursantes: 380
Ingresantes: 355
FI
Inscriptos: 1100
Cursantes: 600
Ingresantes: 459 |
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Las causas del aplazo
LG: -El origen de
las dificultades para aprobar el ingreso se encuentra claramente
ubicado en la tremenda caída de la calidad del sistema
educativo en los niveles previos a la universidad, así
como en las mutaciones culturales producidas en el conjunto
social. El capital cultural acumulado por un chico al egresar
del nivel medio resulta absolutamente insuficiente para
hacer frente a los estudios que demanda el nivel universitario.
IGS: -Hay distintas
razones. En primer lugar se encuentra el cambio de subsistema;
la trayectoria escolar del estudiante de nivel medio,
antes de su llegada a los estudios superiores, es generalmente
ignorada por las instituciones receptoras de jóvenes
graduados de nivel medio, produciéndose así
un salto demasiado brusco entre los dos subsistemas educativos.
En segundo lugar, la modalidad de ingreso en cada facultad
pone énfasis disciplinar en “su” curso
de nivelación; podríamos decir que tenemos
tantas modalidades como áreas de conocimiento, y
aún en estas, diferencias según carreras.
Entonces se hace muy difícil indicar al docente del
Polimodal qué contenidos debe priorizar para que
“su alumno” tenga la posibilidad de superar
un curso de nivelación en veinte días hábiles.
Estos dos apartados ya nos están indicando problemas
graves en la articulación de diseños curriculares
de la enseñanza media (EGB 3 y Polimodal), con asignaturas
y competencias básicas para enfrentar la enseñanza
superior. Tampoco puede quedar afuera el contexto social
y económico de los últimos años, que
contextualiza la “historia personal de los ingresantes”,
la mayoría de los cuales nacidos en etapa democrática
ya han sido testigos presenciales de crisis institucionales.
MB: -Pienso que es
una sumatoria de factores que influyen negativamente. Los
aspirantes lo quieren todo ya, con el menor esfuerzo, si
es posible en forma gráfica. Son reacios a las consignas,
les cuesta mucho prestar atención y no acostumbran
tener hábitos de estudio. Pero el problema no es
sólo de los jóvenes sino de todos aquellos
que de una u otra manera pertenecemos al sistema educativo,
estoy hablando del Ministerio de Educación, directivos
y docentes de universidades y escuelas, alumnos y, fundamentalmente,
padres. En la Facultad de Ingeniería, a través
de las jornadas “Acortando distancias” llegamos
a la conclusión de que nos enfrentamos a dos grandes
problemas. El problema de APTITUD y el problema de ACTITUD.
Del primero, la solución quizás la conocemos
todos, homogeneizar y coordinar contenidos y evaluaciones
en todo el Polimodal. Pero debemos ser realistas, este no
es un tema sencillo. El segundo, es quizás el desafío
más importante, pues debemos modificar actitudes
culturales que se han perdido. Se requiere de mucho tiempo
y esfuerzo.
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El rol de la universidad
LG: -La universidad
realiza esfuerzos nivelatorios, complementarios y compensatorios
frente a las dificultades de los ingresantes, sin obtener
resultados en el sentido esperado. Pretende ilusoriamente
remediar en uno o varios meses las falencias acumuladas
durante una trayectoria escolar de 12 o 13 años.
La universidad puede contribuir seriamente a la resolución
de ese deterioro. Así por ejemplo, hoy en que las
condiciones financieras fiscales lo permiten, podría
plantearse un serio programa de “escuela a contraturno”
en el nivel Polimodal, a cargo de las universidades, dirigido
a todos los estudiantes que aspiran a ingresar en la universidad.
Claro está, que una política de esta naturaleza,
excede las posibilidades de una universidad en particular
y debiera emanar desde la Secretaría de Políticas
Universitarias, asegurando su financiamiento para el conjunto
del sistema universitario.
IGS: -La UNSJ, dentro
de sus limitaciones presupuestarias, ha realizado un trabajo
importante en los aspectos de difusión de la oferta
educativa, la orientación vocacional, la asistencia
psicopedagógica, asistencia social y apoyo económico
a grupos en riesgo.
También, dentro de un marco de crisis, ha realizado
acciones de articulación con el nivel medio, pero
creo que en este rubro ha faltado voluntad (de alguna de
las partes), para realizar una intervención continuada,
a pesar de haber intentado algunas aproximaciones a la articulación.
La universidad pública, a mi entender, es heredera
forzosa de un legado que no pudo o no quiso mejorar, por
tanto debe asumir estos costos deficitarios del sistema
y replantear sus estrategias, para convertir la crisis en
oportunidad, aportando las herramientas para la nivelación
y universalización de su mayor capital: el conocimiento.
Creo que están dadas las condiciones para acercar
el Sistema Educativo Provincial con la UNSJ.
MB: -Hoy más
que nunca creo que la universidad debe pasar de la etapa
del diagnóstico a la acción propiamente dicha
y propiciar soluciones y acciones que tiendan a disminuir
estas dificultades. Necesitamos que nuestros futuros alumnos
adquieran las competencias mínimas de ingreso en
la universidad, y para lograr este objetivo se necesita
compromiso de trabajar juntos universidad-Polimodal-Ministerio
de Educación y padres. La universidad no puede asumir
un rol pasivo y considerar que el problema de los ingresantes
no es propio, escudándose en que los chicos llegan
mal preparados.
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Cursos ¿nivelatorios?
LG: -Los cursos de
ingreso no son nivelatorios, este es un concepto que cobra
validez frente a la heterogeneidad. Hablamos, claro está,
de la heterogeneidad frente al saber, de la heterogeneidad
de capitales culturales. Si nos encontráramos ante
estudiantes con sólida formación general,
aunque con una heterogeneidad en sus saberes específicos,
quizás seríamos eficaces en términos
nivelatorios. Salvando casos excepcionales, mayoritariamente
nuestros ingresantes son muy homogéneos y lo que
requieren no es nivelación sino formación.
Un docente universitario no puede conseguir en dos meses
que un chico pase de manejar un vocabulario de 10.000 palabras
a uno de 30.000. Nuestros estudiantes han sido víctimas
de un vaciamiento de saberes durante su trayectoria escolar,
el que además resulta funcional al modelo cultural
“light” que les ofrece la época, por
lo que además les ha resultado dificultoso “autogestionarse”
mejores niveles de apropiación del saber, ya que
las oportunidades extraescolares que se les ofrecen son
escasas o nulas.
IGS: -Los cursos de
ingreso eran nivelatorios en el contexto clásico
del normalismo, los bachilleratos, la educación técnica,
y los colegios experimentales dependientes de universidades,
ya que estas modalidades estaban también orientadas
a preparar los recursos que ingresarían en la universidad.
Hablar de nivelación en un desorden heterogéneo
es un poco utópico, ya que los problemas de capacidades
y aptitudes para enfrentar exitosamente el ciclo superior
de la enseñanza exigen años de maduración
y de poco valen unos días que es lo que dura el curso.
Algo se consigue, pero el problema se traslada a los primeros
semestres de las carreras y se manifiesta en un desgranamiento
temprano. A mi entender, “hoy” estamos a tiempo
para articular y mantener el ingreso irrestricto; “mañana”
nos ganará el discurso de la selección darwiniana
“de los más aptos”
MB: -Nuestra
pretensión es que el curso de ingreso tenga carácter
nivelatorio, pero no lo es, si por nivelación entendemos
que los ingresantes al finalizar el curso de ingreso debieran
alcanzaran un nivel de conocimiento uniforme. Lo que se
logra hoy en el curso de ingreso es superar o cubrir algunas
diferencias de conocimientos y habilidades que tiene nuestros
aspirantes y tratar de reforzar aquellos temas que son de
fundamental importancia para iniciar los estudios en cualquier
ingeniería.
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¿Cómo se cambia
esta historia?
LG: -Siempre todo
es mejorable, si se aplica una política de asistencia
pedagógica al conjunto de los equipos que tienen
a su cargo el curso de ingreso, seguramente sus resultados
mejorarán; si a su vez se producen investigaciones
previas sobre las áreas más deficitarias de
la escuela media, de modo de enfocar hacia allí los
esfuerzos, también mejoraremos resultados; sin embargo,
nada de esto resolverá el problema de fondo, ya que
éste es estructural y se encuentra caracterizado
por la confluencia de una deficitaria escuela primaria y
media con un curso de insuficiente duración como
para resolver aquel problema.
IGS: -Creo que la
universidad debe empezar a diseñar políticas
activas en dos sentidos: hacia lo externo, con programas
financiados y monitoreados para generar políticas
activas de articulación en el sistema educativo,
interviniendo por acuerdos (ya que el convenio marco existe),
con el objetivo de consensuar contenidos básicos
y competencias necesarias, para la transición entre
los subsistemas de la estructura educativa. Intentar, también,
implicar a la familia, como célula de la sociedad,
en la cultura y los valores de la educación universitaria,
como generadora de proyectos de futuro, contrarrestando
la imagen de “desprotección” cuando el
alumno pasa a la universidad. Y, hacia lo interno: concientizar
a los actores universitarios del problema, definir sus necesidades
básicas de contenidos y competencias. Viabilizar
proyectos de articulación vertical y horizontal,
con el resto del sistema educativo. Encarar definidamente
el problema ingreso-desgranamiento temprano, priorizando
los procesos de enseñanza durante el primer año
de estudios, con el objeto de reforzar y afianzar aprendizajes
significativos, que sirvan de base a las estructuras disciplinares
de cada carrera.
MB: -Necesitamos un
cambio en todos los actores del sistema educativo. Tiene
que ser de todos, porque de lo contrario no alcanza. El
cambio debe ser actitudinal porque la tendencia actual es
alarmante. Se trata de motivar al chico para que asuma su
rol en la vida y se comprometa con su futuro. La motivación
desde lo laboral ya existe, los ingenieros tienen altísima
demanda y plena ocupación, pero falta que esa motivación
se traslade al estudiante. Hoy no la estamos percibiendo
en los ingresantes. El desafío está planteado,
en la Facultad de Ingeniería estamos convencidos
de que no podemos ser meros espectadores y seguir asistiendo
pasivamente a ver fracasar a nuestros alumnos, sino todo
lo contrario, estamos decididos a seguir trabajando activamente
para lograr soluciones concretas.
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“La
universidad está cumpliendo
con un programa de ingreso”
Doctora Josefa
Berenguer - Secretaria Académica UNSJ
Los
factores que le dificultan al alumno aprobar el curso
de ingreso pueden ser muchos y de carácter
particular o general. Aventuro algunas presunciones
sin que haya realizado una investigación del
tema.
Por un lado, los alumnos que están últimamente
ingresando en la universidad han realizado sus estudios
de Polimodal en un contexto de crisis económico-social
que incidió en el aspecto educativo, si bien
esta situación cambió en el 2005 y 2006.
Por otro lado, creo que el “conocimiento”
no constituye un valor relevante en la sociedad. En
consecuencia los chicos no dedican al “aprender”
el tiempo y el esfuerzo necesarios. Esta actitud se
puede advertir frente al tiempo dedicado a la lectura,
pero no se puede exigir al alumno que lea si no tenemos
una sociedad lectora. En tercer lugar, pienso que
la escuela, en muchos casos, ha cumplido una función
más de contención social que de difusora
y transmisora de conocimientos. Por último,
debo decir que algunos estudiantes inician la universidad
sin haber concluido la escuela media.
Frente a esta situación,
la universidad está cumpliendo un rol importante
a través del desarrollo de un programa de ingreso
que incluye diferentes acciones. Entre ellas:
-La articulación con las escuelas de nivel
medio de la jurisdicción provincial mediante
proyectos específicos y jornadas de trabajo
conjuntos.
-Talleres de orientación e información
a cargo de la Dirección de Psicología
y Psicopedagogía. Estos talleres se hacen en
relación con algunos municipios y a solicitud
de algunas instituciones escolares.
-Información sobre las distintas carreras y
requisitos de ingreso a través de la “Oferta
Educativa” en la capital y en los departamentos
alejados. Además se realiza una difusión
permanente por los medios de comunicación de
la UNSJ.
-Curso de Ingreso previo al comienzo del ciclo lectivo
para que los estudiantes reflexionen sobre las condiciones
en las que se encuentran para iniciar la universidad,
se informen sobre los servicios de apoyo y se vayan
ambientando a la vida universitaria.
-Preparación de material de apoyo especial
para las distintas carreras.
Respecto del curso de ingreso,
se han definido contenidos mínimos sobre comprensión
de textos y matemáticas, tendiendo a unificar
algunos criterios sin borrar las particularidades
de las distintas áreas del conocimiento: Ciencias
Exactas, Naturales, Sociales, Arte. Si bien en el
curso no se han incluido contenidos que los alumnos
no hayan tenido en las modalidades del nivel Polimodal,
para muchos de ellos se trata de contenidos nuevos.
Por lo tanto, los cursos de ingreso de la UNSJ son
nivelatorios, dependiendo de lo que el alumno posee
como “saberes previos”.
Para el desarrollo de estos cursos, las facultades
cuentan con docentes que tienen a cargo la coordinación
del ingreso. No todos los docentes quieren asumir
la función de dictado y evaluación de
cursos de ingreso. Son muchos alumnos y grupos heterogéneos;
se trata de la entrada a una cultura de estudio diferente
y se requieren docentes con características
especiales: docentes que conozcan profundamente la
asignatura, se anticipen a las dificultades y preparen
ejercitación adicional, que den consultas permanentes
y apoyen a los jóvenes. En general, los docentes
se han preparado para esta tarea a través de
talleres y jornadas para coordinar el trabajo.
El objetivo principal es preparar al alumno para que
curse el primer año sin mayores dificultades,
socializándolo a un nuevo ambiente educativo.
El problema no desaparece con
la aprobación del examen de ingreso. La función
de la UNSJ es propender a que los alumnos permanezcan
en la Universidad y realicen sus estudios en los tiempos
planificados. Además, brindar los servicios
necesarios (bibliotecas, becas y clases de consultas,
entre otras) para que puedan dedicarse a estudiar
y salvar dificultades; y en esa dirección se
está trabajando. Por ejemplo, ya están
encaminadas experiencias sobre sistemas de tutorías
en algunas carreras. Asimismo se está planificando
ofrecer el curso de ingreso con la modalidad “a
distancia”, y profundizar la articulación
con las escuelas de nivel medio. |
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ingreso:
Un problema nacional
La
clave está en la articulación
escuela-universidad
opina
Profesor Carlos Pérez
Rasetti
Secretario Ejecutivo de CPRES (Consejos de Planificación
Regional de la Educación Superior). Secretaría
de Políticas Universitarias de la Nación
Si bien
los datos oficiales de ingreso de este año
en las universidades argentinas aún no han
sido revelados, según el anuario estadístico
hubo un pequeño descenso en el porcentaje durante
los últimos años para las universidades
nacionales. Esto se explica por varios factores,
pero el más complejo tiene que ver con el sistema
de ingreso.
Existen varias universidades
en las cuales el ingreso no es selectivo, pero sí
es un filtro. En este tipo de sistemas lo que define
si el alumno ingresa o no es el nivel educativo que
trae desde la escuela media y lo poco que pueda aportar
la universidad en las semanas que dura el curso nivelatorio.
Algunos de los motivos que explican este enorme déficit
académico son la fragmentación de la
escuela media en circuitos signados por factores territoriales
(urbano/rural/suburbano) y socioeconómicos
(posición social mayoritaria de la matrícula
de los establecimientos); cambios en la subjetividad
de los adolescentes; la destitución del sistema
de educación como herramienta de inclusión
social y de equidad que se correspondió con
un proyecto de desarrollo que provocó la exclusión
de importantes capas de la población.
Lo primero que hay que hacer es ajustar la articulación
entre la formación que reciben los alumnos
en la escuela media y los conocimientos y competencias
que se requieren para un acceso armonioso a los estudios
universitarios, y ahí trabajar con propuestas
que sirvan para completar esa formación, en
cursos gratuitos y, en lo posible, articulados con
el secundario. Una propuesta en ese sentido es el
Programa de Apoyo al último año de la
escuela media, que realiza la Secretaría de
Políticas Universitarias con la Secretaría
de Educación del Ministerio de Educación,
Ciencia y Tecnología.
Además, en este campo de acción, la
Secretaría de Políticas Universitarias,
a través de la Secretaría Ejecutiva
de los CPRES (donde está incluido el COES que
es la región centro oeste a la que pertenece
San Juan), se propuso establecer acuerdos entre las
jurisdicciones provinciales y las universidades sobre
las competencias que se requieren de un egresado de
escuela media para mejorar su rendimiento en la universidad.
La idea no es homogeneizar las condiciones de ingreso
a los estudios superiores, sino acordar y tener en
cuenta las idiosincrasias y particularidades de las
universidades.
Como complemento de esta iniciativa estamos contemplando
el diseño de cursos preuniversitarios destinados
a alumnos de último año del nivel medio
y a egresados de este nivel. |
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>>>
Consejos de Planificación Regional de Educación
Superior
Sesionó
en San Juan el CPRES
Fue la primera
reunión plenaria del año. Asistieron
autoridades universitarias de Córdoba, Mendoza,
La Rioja y San Luis. Entre los temas en discusión
se destacaron
las ofertas educativas a distancia y la articulación
entre escuela media y universidad.
El pasado
13 de abril se realizó en San Juan la 1º
Reunión Plenaria CPRES COES 2007.
En la reunión, que tuvo lugar en la sala del
Consejo Superior de la UNSJ, estuvieron presentes
secretarios académicos, decanos y rectores
de diferentes universidades del Nuevo Cuyo y Córdoba.
El CPRES (Consejos de Planificación Regional
de la Educación Superior) fue creado por el
artículo 10 de la Ley de Educación Superior
y constituye un órgano de articulación
de políticas y acciones entre las universidades
nacionales públicas y privadas, el gobierno
nacional y las autoridades educativas de los gobiernos
provinciales. También fomenta la vinculación
del sistema universitario con otras áreas gubernamentales
cuya interacción resulta cada día más
necesaria, como son los casos de las políticas
orientadas a la ciencia, la tecnología y la
producción.
El CPRES COES (Centro Oeste) incluye
las provincias de San Juan, San Luis, Córdoba,
La Rioja y Mendoza. En el caso de San Juan, además
de la UNSJ, participan el Ministerio de Educación
y la Universidad Católica de Cuyo.
Entre los temas abordados en esta reunión plenaria
se destacaron la aprobación de una “Guía
de Lineamientos para la Evaluación de Ofertas
Distantes”, una iniciativa que busca regular
y ordenar las ofertas educativas a distancia, que
en algunos casos avasallan derechos de las universidades
locales, y los avances en la articulación entre
escuela media y universidad |
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