Qué
es lo que te hace tan distinta
cuatro arquitectos y docentes de la
Facultad de Arquitectura, Urbanismo y Diseño de la
UNSJ exponen sus puntos de vista acerca de la esencia e
identidad de esta ciudad que, después de fundada,
se rehizo dos veces.
Ilustración: "Orgullos
sanjuaninos" (pintura sobre cartón en
acrílico y tintas) fue realizada para Manolo
Alcalde, quien la reprodujo en serigrafía (técnica
de cuatricromía) para su colección "Obras
y artistas sanjuaninos". |
En pocos días más
la ciudad de San Juan cumplirá 445 años desde
su fundación, consumada en la segunda mitad del siglo
XVI por la corriente colonizadora de la Capitanía
General de Chile. Desde su génesis, el soporte
natural de esta ciudad-oasis presentó dos condicionantes
fundamentales para su desarrollo y devenir: la aridez y
el sismo. Estos dos factores operaron a lo largo del tiempo
como coordenadas que, de una u otra manera, le imprimieron
un sello a la ciudad. Por ello, si de identidad de la urbe
quiere hablarse, los textos bibliográficos recurren
a esos determinantes naturales. Y los arquitectos, amén
de algunas diferencias menores, tampoco dudan en atribuir
a la aridez y al sismo las características de la
ciudad. La capital provincial es resultado de un proceso
que reconoce dos ciudades anteriores, ambas diseñadas
en un contexto de transculturación española:
la que se trazó en una margen del Río San
Juan en 1562, y la que se trasladó veinticinco cuadras
hacia el sur en 1593, después de ser arrasada por
ese cauce. La actual ciudad, reconstruida después
del terremoto de 1944, se diferencia de la mayoría
de las sudamericanas -que aún guardan vestigios del
modelo de Indias, de los siglos de la colonización-
por su modernidad edilicia. He aquí un fuerte rasgo
de identidad en un mundo cada vez más globalizado,
cuyas ciudades, en uno de los modos de acatar su unívoco
mensaje, erigen profusamente los denominados “no lugares”.
Según arquitectos consultados, aquéllos son
los shoppings, hipermercados, complejos hoteleros, estaciones
de servicio. Estructuras tipo comodines, iguales en cualquier
lugar del mundo y que muestran una imagen identitaria sólo
hacia adentro, respecto a la empresa, pero no guardan relación
alguna con la esencia de las ciudades. Son los nuevos tiempos,
y la adaptación planificada y racional parece ser
la clave de acomodación para que la ciudad preserve
su espíritu. Ése que viene de tiempos remotos,
que emergió de entre los escombros del gran terremoto
y se enredó para siempre en las estructuras sismorresistentes.
A continuación, cuatro arquitectos dicen lo suyo.
Fuente: “San Juan.
La ciudad y el oasis” (Dora Roitman)

“La identidad
es la suma de procesos históricos”
Mg. Arquitecta
María Rosa Plana
Investigadora y docente - FAUD -UNSJ
“Si
hablamos de una identidad de San Juan, debemos ver cómo
somos desde el punto de vista geográfico. Y somos
áridos, sísmicos. Por otra parte, somos un
crisol de razas, descendientes de los Huarpes, de los Capayanes.
Si asumimos que nuestra identidad es la sumatoria de procesos
históricos, es más fácil decir que
ésta es nuestra identidad. Desde la arquitectura,
San Juan tiene una identidad que responde al momento moderno,
porque lo hace a una cuestión sísmica. La
identidad también tiene que ver con lo social. Antes
y después del terremoto de 1944 la gente sacaba las
sillas para tomar mate en las veredas. Ahora hay otro modo
de vida, no otra identidad, porque si ésta es la
suma de procesos, la esencia sigue siendo la misma. La nueva
arquitectura nos cambió el modo de vida, ya no tenemos
galería, entonces tenemos que tomar mate en la cocina,
tal vez con una ventana al sur”.
Antes del temblor:
“Adentro de la ciudad tenemos algunos edificios públicos
como el Hospital Rawson, que es un edificio ecléctico,
de estilo francés, con mansarda, típica de
los franceses, aunque en planta tiene una tipología
alemana. Entre los años ‘20 y ‘40 se
produjo un gran progreso de San Juan, donde se miraba Europa
como centro de interés. Estaban las casas de patio,
que todavía quedan en Trinidad, con sus grandes galerías.
Aún existen algunas, y esa tipología nos permite
ver cómo construíamos, cómo vivíamos
antes. Por eso es tan importante preservarlas, porque si
tiramos algo de eso nos quedamos como sin un pedacito de
historia”.
La ciudad nueva: “A
partir del terremoto se valorizaron los materiales nuestros,
como el travertino o el granito. Edificios y viviendas del
centro tienen en su fachada el uso de rocas ornamentales.
Cuando se construyó esta arquitectura que nos impusieron,
hubo que repensar las cosas. Hoy ya lo hemos asumido, nosotros
somos eso y este nuevo modo de vida nos hace que definamos
esta identidad. Pero hay barrios privados que si se sacan
de contexto pueden estar en cualquier lado”.
Cómo preservar la identidad:
“Hay que adaptarse a las nuevas necesidades con la
tecnología que corresponde, para que pueda convivir
lo nuevo y lo viejo en ese diálogo permanente que
es la ciudad. Se trata de conservar la esencia para que
la memoria colectiva se pueda construir. Porque si faltan
ejemplos, no cierra y se crea una laguna en la historia.
Entonces no se puede deducir, relacionar. El patrimonio
no está reñido con el progreso ni con la tecnología,
pero sí le tiene miedo a las especulaciones inmobiliarias,
porque contra eso no puede hacer nada”.
Qué conspira contra
la identidad: “La falta de conciencia popular
o la falta de valoración de lo propio y mirar sólo
hacia fuera. La falta de conocimiento conspira. Un ejemplo
es el shopping Del Bono, donde se tiró un edificio
que nos identificaba, la bodega El Globo, la más
antigua de San Juan”.
¿La Facultad de Arquitectura
crea conciencia?: “Hay materias como Patrimonio,
Turismo y Ambiente en las que tenemos todo un diálogo
con los alumnos sobre qué es para ellos la identidad
y a partir de eso llegamos a conclusiones. Los alumnos estudian
la teoría y la historia, pero siempre aplicada acá”.
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“Como
matriz de identidad, una ciudad impuesta”
Arquitecto Héctor
Muñoz Daract
Ex docente - FAUD - UNSJ
“Sí,
existe identidad, lo que ocurre, a mi parecer, es que existen
muchos sanjuaninos, entre los que nos encontramos mayoritariamente
los arquitectos, que muchas veces no nos sentimos identificados
con lo que se hizo con ella. Toda ciudad tiene su propia
identidad, mala o buena, linda o fea, clara o caótica.
La San Juan post terremoto tuvo como matriz de identidad
la de una ciudad impuesta, autoritaria, urgente, sin reflexión…
con menos metáfora. El nacimiento de una nueva ciudad
conviviendo con la virtualidad espacial de la San Juan arrasada,
la contradictoria existencia de referencias viejas sobre
materializaciones nuevas. La memoria colectiva aferrada
a lo trascendente y luchando por preservar algo de nuestra
historia… ¡Vaya si tiene identidad!”.
Antes del temblor:
“Antes de 1944 existió otra San Juan, con otra
identidad, una muy bella ciudad, con la marca del tiempo
en su piel... Y en su alma, como las cosas que crecen y
envejecen naturalmente”.
La ciudad nueva: “Hoy
San Juan es una ciudad extremadamente vulnerable desde lo
sísmico: Edificios seguros en un contexto urbano
inseguro, plagado de barreras arquitectónicas, con
un espacio público irrespetuosamente usurpado tanto
por acciones oficiales como por las de muchos privados que
no entienden el pensar la ciudad con una proyección
a 50 años. Creo que deberemos incorporar urgente
el concepto de construir ciudad desde los marcos de la planificación
básica. El actualizar los códigos cada vez
más desarticulados con la realidad de una ciudad
que crece día a día”.
Cómo preservar la identidad:
“Más que preservarla hay que construirla. Ponernos
el sayo de que con cada acierto o desacierto estamos fortaleciendo
o debilitando la identidad de nuestra ciudad. En definitiva,
ser creativos en esa búsqueda, reinterpretar una
y mil veces que somos habitantes de un oasis envuelto por
inmensidades desérticas, que con devorarnos mil imágenes
de ejemplos de arquitectura de vanguardia no alcanza, saber
por ejemplo que Recuerdos de Provincia es un excelente manual
de donde aprender cosas que deberíamos saber”.
Qué conspira contra
la identidad: “La mediocridad”.
¿La Facultad de Arquitectura
crea conciencia?: Absolutamente sí, aún
cuando queda mucho por hacer”.
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“La ciudad
debe demostrar el paso del tiempo”
Arquitecto Luis
Orellano
Investigador y docente - FAUD - UNSJ
“Hay
una identidad que está dada por una respuesta a un
clima muy árido. Nuestros árboles en las calles
le dan una identidad a la ciudad. Pero su construcción
también responde, después del terremoto, a
un movimiento moderno que nos diferencia del resto del país.
Esto da un rasgo que debemos potenciar ahora que estamos
planteándonos el tema turístico. Debemos rescatar
y poner en valor esta identidad. No estoy diciendo que las
nuevas construcciones tengan que ajustarse a esto, sino
tomar aquellos elementos que identifican y reformularlos.
Porque además la ciudad es un organismo vivo que
debe demostrar el paso del tiempo, y debemos conservar ciertos
sectores con esta identidad. Lo otro se deberá ir
aggiornando y actualizando, porque la vida nos lleva a eso”.
Antes del temblor:
“Hay edificios que identifican, aquellos de antes
del terremoto y que también respondieron al festejo
del centenario de la Argentina. Son el Hospital Rawson,
escuelas, viviendas, construidos a partir de 1910”.
La ciudad nueva: “Un
hecho nacional importante es reflejado en el 44, en la campaña
que genera Evita. Su encuentro con Juan Domingo Perón
se produjo a partir del terremoto. Esto marca la historia
de la Argentina, seamos peronistas o no. Es un hecho que
identifica. Me pasó que en otro país colocaron
la Ópera Evita en el vehículo que nos transportaba
y un extranjero la reconoció. A partir de ese elemento
estaba registrando a la Argentina, y yo le pude contar esta
historia de San Juan. Entonces también es algo que
sirve para atraer gente a la ciudad”.
Cómo preservar la identidad:
“Cuando viene alguien de afuera y mira nuestra ciudad
ve cosas que nosotros no vemos. Debemos crearnos ese mecanismo
de reconocer esas cosas, lo que somos, para poder darles
respuestas. La gente a veces se deslumbra con imágenes
que son de revistas o de viajes que realizó y que
no se ajustan a nuestras condiciones climáticas”.
Qué conspira contra
la identidad: “No reconocernos. Hay que trabajar
para poner en valor la autenticidad. Tenemos una mixtura
que debemos conocer y valorarla. Por ejemplo, las plazas
tienen su identidad. Y lo que me preocupa es que se esté
interviniendo sin criterio alguno, que no se consulte a
los profesionales”.
¿La Facultad de
Arquitectura crea conciencia?: “Transmitimos
a los alumnos la visión de no conservar lo viejo
sólo por ser viejo, sino poner en valor, el de refuncionalizar,
el de ser elemento testigo de nuestra identidad para poder
hacer hacia delante. Es el concepto de la historia vista
no como fechas sino como elementos que se han construido
y que han representado respuestas a momentos históricos”.
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“Identidad
refiere al sitio donde está la ciudad”
Arquitecto Andrés
Lecich
Presidente del Colegio de Arquitectos de San Juan
Docente - FAUD - UNSJ
“La
identidad la da el sitio. Cuando hablamos de sitio entra
a jugar el clima, la conformación del lugar, no solamente
lo arquitectónico. Cuando los arquitectos hablamos
de identidad a veces nos referimos sólo a lo arquitectónico,
pero el término es más amplio, es referirse
al sitio donde está la ciudad. San Juan es distinto
a Mendoza, a Córdoba, su situación es distinta,
y eso genera que la respuesta al lugar sea distinta. Yo
creo que lo que más fuertemente ha marcado esta ciudad
es el tema sísmico”.
Antes del temblor:
“San Juan era como cualquier ciudad pampeana, de construcciones
altas, con la cuadrícula, la plaza principal, con
el municipio y la catedral frente a la plaza, una plaza
tipo nueva renacentista. En toda Sudamérica se armó
eso, un esquema de Indias: la cuadrícula con la plaza
principal en el centro geográfico de esa cuadrícula”.
La ciudad nueva: “A
partir del terremoto se reestructuró la relación
que había entre ancho de vereda y calles, que eran
muy angostas. Se les dio más aire por seguridad.
Esto nos identifica. Se comprobó que mucha gente
murió porque en el sismo salió a la calle
y en la vereda no tuvo dónde protegerse, cayeron
las cornisas sobre la gente. Dentro de las cuatro avenidas
hay una homogeneidad de construcción moderna. En
plena globalización, en San Juan también se
construyen viviendas que pueden estar en cualquier provincia,
con los mismos conceptos”.
Cómo preservar la identidad:
“Tenemos que reconocerla nosotros. Si no, no sabemos
mantenerla, es lo que nos está pasando con las plazas.
Es una cuestión de conciencia urbana. Y esta es una
característica de los sanjuaninos, que no tenemos
apego a lo urbano, o sea al patrimonio de todos. Es esa
idea de decir ‘afuera no es mío y no me importa’.
Esto es falta de conciencia urbana”.
Qué conspira contra
la identidad: “La falta de conciencia. Y
debe haber una discusión sobre el uso del suelo.
No se puede permitir que en zonas aptas para el agro se
estén construyendo barrios, cuando hay una ciudad
que es muy poco densa. Dentro del anillo de la Circunvalación
hay muchos vacíos urbanos. Esto no puede pasar, la
ciudad no puede crecer irracionalmente”.
¿La Facultad de Arquitectura
crea conciencia?: “Sí, crea conciencia
de identidad en sus alumnos. Algunas materias específicas
de patrimonio son electivas. Pero uno como docente orienta,
entonces es muy importante la formación que el chico
trae”.
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