Un grupo de jóvenes diseñadores, algunos de los cuales son docentes de la Facultad de Arquitectura, Urbanismo y Diseño, se desempeñaron en su área profesional para una campaña política en las recientes PASO y cuentan su experiencia.
Por Susana Roldán
Aunque hace muy poco tiempo se recibieron, ya tienen su propia agencia: SUPRA. Ellos son Nelson Cerviño, Eliana Albornoz, Yanina Passin, Victoria Moyano, Matías Bloch y Eliana González. En las recientes elecciones Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO), fueron convocados por un candidato (Mauricio Carletto) para trabajar en la campaña previa. Y, más allá de la experiencia profesional que significó para ellos, denota un dato importantísimo: la comprensión por parte del mundo de la política de la necesidad de contar con el asesoramiento de especialistas, que son graduados de la UNSJ.
-¿Cómo fue la experiencia de trabajar en una campaña política?
-Hemos trabajado con Mauricio Carletto, candidato a intendente de Capital por el Frente Progresista. Lo primero que se hace es recabar información sobre el candidato, su vida, sus expectativas, su trabajo, su familia. Todo es importante. Todos los candidatos han trabajado su imagen y se nota que lo han hecho con profesionales. Eso marca una diferencia con quienes no lo hacen. En nuestro caso, el candidato al que asesoramos tenía la particularidad de que había que trabajar no sólo con las ideas suyas sino también las del Frente que a nivel nacional él integra.
-¿Fue difícil?
-Nosotros tratamos de tener en cuenta lo que se planteaba a nivel nacional y consensuarlo con lo que quería el candidato. Fue un trabajo de sostener su imagen a nivel local e insertarlo en ese marco nacional.
-¿Qué busca un candidato cuando sale a mostrarse?
-Primero se enmarca el perfil, es decir, cuáles son las fortalezas que se quieren mostrar. Por ejemplo, si el candidato es deportista, eso es lo que se resalta. En este caso, Carletto es ingeniero y docente y siempre ha militado en política. Esta era una fortaleza importante y desde ese eje se trabajó. En términos generales se trabaja mucho con fotografía de buena calidad y se busca mostrarlo en acción, dialogando con la gente o en acciones cotidianas.
-¿Qué cambios han notado en la actualidad con respecto a campañas de hace 20 años atrás, por ejemplo?
-Hemos notado que actualmente se busca mostrar al candidato en la cotidianeidad, en situaciones de comunicación con la gente. Antes eso no se hacía. También han cambiado las tipografías, que antes eran más combativas y ahora se utilizan más las formas curvas, no tan duras. Y los medios también han cambiado. Hoy el candidato necesita estar sí o sí en redes sociales y ahí también la imagen debe ser cuidada y estar a la par de la campaña que se hace caminando y dialogando con la gente.
-¿Hasta dónde se escucha la opinión del candidato por sobre el trabajo del equipo de diseño?
-Eso se acuerda desde el principio. El equipo no empieza a trabajar hasta que todos son escuchados, porque después es complicado dar marcha atrás. Hay que acordar el estilo, los colores, la modalidad y también los mensajes que se van a dar en la campaña.
-¿Cómo sabe el equipo si el trabajo estuvo bien hecho? ¿Sólo si gana el candidato?
-En nuestro caso, hemos analizado y comparado mucho nuestro trabajo con los de otros. Es difícil decir si nuestro trabajo benefició o perjudicó al candidato: nuestro asesoramiento es desde lo visual, las acciones concretas en cuanto al mensaje y su contenido, el rol del partido y del equipo de trabajo del candidato. También se pueden obtener estadísticas en los nuevos medios respecto de cómo va funcionando una campaña y, en ese sentido, estamos muy conformes con nuestro trabajo.