Luis Conrado Suárez Jofré, director del Departamento de Ciencias Jurídicas de la Facultad de Ciencias Sociales de la UNSJ, reflexiona sobre el 24 de Marzo y subraya el peligro de la indiferencia social, la cual puede llevar al renacimiento de las “matrices de autoritarismo”.
Por Fabián Rojas
-¿En la actualidad se ve comprometido, o tal vez vulnerado, el sentido de memoria, verdad y justicia?
-Creo que como sociedad estamos dejando de activar una deliberación permanente, necesaria, reflexiva, sobre nuestro pasado. En una sociedad pluralista tenemos sectores que ven de forma negativa la reflexión sobre el pasado. Pero más me preocupa que como sociedad seamos permeables a este olvido que tiene como dato negativo el permitir, con la falta de deliberación de los sucesos ocurridos, que las matrices de autoritarismo que posibilitaron los desgraciados hechos históricos vuelvan a darse. Me preocupo por la indiferencia social, la cual es un buen caldo de cultivo para cualquier tipo de ataque.
-¿Esa inacción social contribuye a un renacimiento de la teoría de los dos demonios?
-Yo no lo veo específicamente así. Lo que es mucho más fecundo en una visión interesada que obviamente no comparto, es la indiferencia y el olvido. El esquema del olvido como ámbito donde no se reflexiona y donde, insisto, volvemos a estar en circunstancias de generar los mismos patrones autoritarios que dieron lugar al golpe de Estado, es más fecundo que la instalación de la teoría de los dos demonios.
-¿Podría darnos su reflexión acerca de la importancia de que el 24 de Marzo sea una fecha inamovible para ser feriado?
-Es importante que sea feriado y sea inamovible en la medida en que eso permita una reflexión y deliberación permanente sobre lo vivido, a los efectos de evitar que se generen las causas de los acontecimientos ocurridos. En la medida en que esa inamovilidad sirva para mantener en forma activa y permanente una deliberación social profunda, obviamente me parece que es importante. Y el 24 de Marzo es una fecha no festiva, es una fecha conmemorativa. Lo conmemorativo viene de tener memoria, e insisto que esa memoria permite una deliberación a jóvenes, permite darles los elementos sobre las causas. Si algo tiene esto de positivo, es el poder reflexionar sobre las causas. Y las causas siguen sobrevolando nuestra sociedad. Las causas son las matrices autoritarias que llevaron al Proceso y nos equivocaríamos si creyésemos que esas matrices fueron alejadas de nuestra comunidad.
-¿Qué le sugiere que se lleve adelante un megajuicio por delitos de lesa humanidad en el seno de la UNSJ?
-Me sugiere y me provoca una sensación sumamente positiva y auspiciosa. Y esto, por lo mismo que dije acerca de la fecha del 24 de Marzo. Los juicios tienen la virtud, aún con las críticas que puedan hacerse en términos técnicos, sociales o morales sobre reactualizar el pasado, de mostrar las causas de ese pasado y de darles una reparación a aquellas víctimas. Con darles una reparación me refiero a que se sepa una verdad de lo vivido por muchas personas. Eso le da una entidad de un legítimo otro dentro de nuestra comunidad a víctimas que de lo contrario estarían en el olvido, en sucesos que nadie conocería. Eso tiene una doble virtud: en lo singular, respecto de las víctimas; y en lo social, insisto aunque sea repetitivo, de tener muy presentes las causas, que no son otras que las matrices autoritarias de nuestra sociedad.