En la cátedra Historia de la Música, de primer año de las carreras del Departamento de Música de la UNSJ, el docente a cargo utiliza el fidel, antiguo instrumento antecesor del violín que llegó a esa institución.
Por Fabián Rojas
José Manuel Villanueva es profesor de la cátedra de Historia de la Música, del primer año de las carreras musicales en el Departamento de Música de la Facultad de Filosofía, Humanidades y Artes de la UNSJ. Su materia abarca más de mil años de música antigua, en un período que va desde la época de música medieval, desde el año 476, hasta finales del Renacimiento, es decir, aproximadamente hasta 1600. Un periodo rico artísticamente, en el que, como dice el docente, hubo múltiples instrumentos, mucha música religiosa y profana. Para el abordaje de ese periodo, Villanueva cuenta con la teoría de rigor en su aula, pero ahora también se vale del fidel, antiguo instrumento que permite a todos en la clase asir una pieza de aquella época. “El fidel es un antecesor del violín, pero tiene trastes y cinco cuerdas, en vez de cuatro. Esto para nosotros es muy importante porque en el mundo hoy hay pocos. Si bien este que llegó al Departamento es una réplica, está muy bien confeccionada y nos permite contar con un instrumento que hoy no es ni popular ni conocido, y en las clases en vez de verlo en un libro o video, lo podemos tocar y hacer sonar”, explicita el andaluz José Villanueva, quien reside en San Juan desde hace una década.
Al Departamento de Música de la UNSJ llegaron siete de esos instrumentos, a través de Guillermo López, “un amigo nuestro”, dice Villanueva. López es afinador de pianos y trabaja en Alemania y en San Juan. Y el contacto fue también por Jorge Rodrigo, el Maestro que dirige la Fundación Orquesta Escuela en San Juan, profesor de piano que residió largo tiempo en España.
El fidel estuvo vigente sobre todo en la época medieval. Fue muy usado en los siglos VIII y IX y su vigencia se extendió prácticamente hasta el siglo XIV. “Dejó de fabricarse porque hubo otros instrumentos que se hicieron más populares y más avanzados, como el violín, que consiguió una mejor sonoridad y esa forma de ocho que hoy se le conoce. Su madera también tuvo progresos técnicos”, enseña Villanueva.
Los siete fideles son notables réplicas de los instrumentos originales del medioevo. “Las cuerdas de este instrumento, como otros, originalmente eran de tripa. Pero las de este fidel reproducido son metálicas, lo cual hace que suene más parecido a un violín. Los fideles eran instrumentos de arco que tenían una técnica distinta incluso para tomarlos y ejecutarlos. Tenían muy poco sonido, en cuanto a volumen, y es porque su caja era muy pequeña”, explica el profesor.
Otros tiempos
Villanueva cuenta que por el momento no tienen pensado realizar algún concierto con la ejecución de los fideles. “Para ello no tenemos especialistas, porque un violinista no podría ejecutar fácilmente en un concierto este instrumento. Primero debemos buscar una persona que quiera especializarse un poquito en esto, porque tiene su propia manera de ejecutarse. Pero por hoy sí lo usamos en pequeñas prácticas en las clases de Historia”, admite el docente.