Revista La U

“Si no se logra unir aspectos técnicos con visión social, todo queda trunco”

Oscar Nasisi, rector de la Universidad Nacional de San Juan, deja un momento los arduos problemas causados por la pandemia al curso normal de esta casa de estudios y habla de su profesión. El 6 de junio es el Día de la Ingeniería Argentina.

Por Fabián Rojas

Luego de ofrecer una conferencia de prensa en su despacho para anunciar aspectos relativos a la prórroga de mandatos de las autoridades de la UNSJ, todo en medio de los complejos vaivenes ocasionados por la pandemia del Covid – 19, el rector de la UNSJ, doctor ingeniero Oscar Nasisi, se hace un tiempo para reflexionar sobre la Ingeniería. El 6 de junio está marcado para el mundo científico – académico -y para quien quiera saberlo- como el Día de la Ingeniería Argentina. Es porque ese día pero en 1870 egresó de la Universidad de Buenos Aires la primera cohorte de ingenieros de Argentina, en la que recibía su título Luis Augusto Huergo, a quien se considera como el primer ingeniero en el país, especialmente por sus proyectos de obras civiles desarrollados aquí. Uno de los hitos lo muestra como quien proyectó una “obra maestra” para el Puerto de Buenos Aires, sin requerir empresas, técnicas ni empréstitos extranjeros, la cual fue frustrada porque el gobierno del presidente Roca, hacia 1881, privilegió el proyecto de Eduardo Madero, sobrino del entonces vicepresidente de la Nación, Francisco Madero. Ese proyecto, en cambio, tuvo mano de obra y capitales ingleses y fue apoyado por el establishment político, económico y hasta mediático. “La visión que tenía el ingeniero Huergo está muy cerca de lo que yo entiendo. Fue una pena que en aquel tiempo no hubiese ganado su posición”, dice Nasisi.

-¿Y hoy, en este escenario difícil de pandemia y cuarentena, sumado a las crisis preexistentes, cómo ve la Ingeniería?
-Creo que la Ingeniería es fundamental en esta época. Siempre la vi como una actividad importante para construir un país y demás, pero me parece que en esta época de pandemia y como la estamos viviendo, es esencial que la Ingeniería esté presente, como tantas otras profesiones. Pero en este caso, la Ingeniería cumple un rol muy relevante y debe hacerse fuerte en sus principios básicos. Para mí es la transformación de la sociedad. Apunto a eso de la Ingeniería, más allá de los aspectos técnicos estrictamente. En una época en que estamos tan convulsionados, con tantos problemas económicos y sociales, debe jugar un rol más que importante.

-El Día de la Ingeniería Argentina el 6 de junio reconoce al ingeniero Luis Huergo, alguien con perfil o sentimientos arraigados en el desarrollo del país y en la mano de obra local, ¿cómo considera esto?    
-La visión que tenía el ingeniero Huergo está muy cerca de lo que yo entiendo. Fue una pena que en aquel tiempo no hubiese ganado su posición. Que el Día de la Ingeniería Argentina sea en homenaje a Huergo es más que elocuente, me llena de orgullo que este día esté pensado, que se haya fundamentado en los lineamientos y pensamientos de él. Hoy tenemos oportunidades, creo que todas las crisis las generan. Quizás esta que vivimos, más allá de la pandemia en sí misma, porque recordemos que tenemos crisis desde antes más la que se agrega ahora, pueda servir para que la Ingeniería se ponga al servicio de un país distinto. Nosotros tenemos problemas estructurales muy fuertes en todo nivel y qué mejor que la Ingeniería para cambiar esta realidad.

-En estos nuevos tiempos, ¿la Facultad de Ingeniería sigue siendo algo así como la nave insignia de esta Universidad?
-La Universidad Nacional de San Juan empezó con la Facultad de Ingeniería, digamos, por historia, no siendo la Facultad más fuerte. Recordemos que en aquel momento era Ingeniería, Ciencias Exactas y Arquitectura, eran las tres en una y después las dividimos en tres. No sé si es la nave insignia, me parece que por historia es obviamente la más antigua y es la que más está desarrollada. Pero creo que hay Facultades que vienen creciendo a pasos agigantados, hay que pensar en que cada una hoy tiene muchísimas virtudes y también debilidades. Y nos cuesta, sí, como Universidad, balancear estas cosas y uno lo nota en algunos aspectos, en los posgrados, por ejemplo. Si bien hay Facultades que vienen creciendo, siempre Ingeniería y Ciencias Exactas, Físicas y Naturales son las que más posgrados tienen. Hay Facultades que han crecido más que otras. Y hay que agregar una nueva unidad, que es la Escuela Universitaria de Ciencias de la Salud, que viene a irrumpir con un área de conocimiento distinta. Lo que sí nos está costando todavía como Universidad es tener ese pensamiento de Universidad en su conjunto, todavía somos muy dependientes de cada Facultad o como una cofradía de Facultades.

-Uno de los progresos de la Facultad de Ingeniería es su apertura a desmitificar eso de que la ingeniería es sobre todo para varones…     
-Esto tiene que ver con el contexto actual. Quizás hace veinte años esto era impensado y en buena hora que este cambio se haya producido. Yo siempre hago referencia a una colega y amiga ingeniera en Minas, a quien, cuando le tocó cursar en sus tiempos de estudiantes, no la dejaban hacerlo. Le preguntaban que por qué iba a estudiar Ingeniería si después no iba a poder ejercer, que no iba a poder ingresar a una mina, por ejemplo.

-Mientras que hoy el Departamento de Ingeniería de Minas de la Facultad tiene una Directora…   
-Sí, pero en otros momentos fue muy complejo el tema de la Ingeniería para las mujeres. Después cambió el contexto y hubo Ingenierías que les dieron más participación. Empezó por Química, Civil y una serie de Ingenierías por las que la mujer se fue incorporando y hoy, finalmente, no se hace esa distinción. Hay tan buenas ingenieras como ingenieros y hoy llena de orgullo ver la Facultad con muchas estudiantes mujeres.

-¿Por qué alguien elige ser ingeniero o ingeniera?
-Bueno… Es complejo. Por un lado, yo creo que uno lo elige porque le gustan ciertas áreas técnicas y la transformación, fundamentalmente, y saber que a partir de la Ingeniería se pueden hacer muchas cosas. Pero últimamente también ha cambiado mucho el concepto y se piensa que la Ingeniería es una de las carreras o de las profesiones que permiten modificar la realidad de la sociedad. Para esto hay que tener mucha vocación de servicio, mucho compromiso y demás. Yo creo que si no se logra unir los aspectos técnicos con la visión social, no tiene mucho sentido, todo se queda trunco.

“Siempre hago referencia a una colega y amiga ingeniera en Minas, a quien, cuando le tocó cursar en sus tiempos de estudiantes, no la dejaban hacerlo. Le preguntaban que por qué iba a estudiar Ingeniería si después no iba a poder ejercer”

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