Revista La U

Testers vitales

El Gabinete de Tecnología Médica (GATEME) de la Facultad de Ingeniería de la UNSJ realiza ensayos de equipos médicos. Controles de funcionamiento de aparatos de cuya performance puede depender la salud y la vida.

Por Fabián Rojas

El Laboratorio de Ensayos de Equipos Médicos, emplazado dentro del Gabinete de Tecnología Médica (GATEME) de la Facultad de Ingeniería de la UNSJ, ensaya y verifica el funcionamiento y la seguridad eléctrica de esos dispositivos utilizados en centros de salud. Particularmente, cuenta con herramientas para analizar desfibriladores, electrobisturis y respiradores. “Nuestra tarea es garantizar el buen funcionamiento del equipo, verificando si sus parámetros son los aceptables para ser usados en la medicina, y también que sea eléctricamente seguro tanto para el paciente como para el usuario”, indica Raúl Romo, ingeniero, investigador y miembro del Gabinete de Tecnología Médica (GATEME) de la Facultad Ingeniería de la UNSJ.

Tiempo atrás, el GATEME realizaba ensayos de equipos médicos de centros públicos, pero ahora esas unidades cuentan con su aparatología para testear sus equipos. De todas maneras, la relación no ha concluido: “Trabajamos mancomunadamente con Salud Pública porque, aunque el Hospital Rawson, por ejemplo, tiene sus equipos, hacemos interlaboratorios y permanentemente contrastamos parámetros de equipos para garantizar que estén midiendo bien”, señala Romo. Así es que este Gabinete de la UNSJ hoy ensaya sobre todo equipos de centros privados de San Juan, aunque también recibe aparatos de otras provincias, que llegan mediante egresados/as de Ingeniería.

Una vez terminado el ensayo, el Laboratorio de la UNSJ, el cual no hace reparaciones, expide un certificado sobre si el equipo cumple o no con los parámetros. “Hay una norma que se llama de ‘ensayos recurrentes’, o sea que hay que hacerlos cada cierto tiempo y, también, después de una reparación. Si ensayamos un equipo y vemos que tiene una falla, el cliente lo hace reparar y no puede volver ese equipo ahí nomás al servicio, sino que se debe volver a ensayar para asegurar que la reparación estuvo bien hecha”, explica Romo.

Los ensayos son los martes, jueves y viernes y, por lo menos, hay un equipo por día para probar. La demora, dice Romo, depende del ensayo, pero uno de seguridad eléctrica puede demorar entre 45 minutos y una hora, al igual que un desfibrilador; un electrobisturí, un poco más.

Además de Romo, los otros miembros que trabajan en los ensayos del GATEME son los bioingenieros Gonzalo Quiroga y Adrián Gusberti. Ellos actualmente hacen ensayos a centros como el Sanatorio Argentino, Clínica El Castaño, Cimyn, entre otros.

Por supuesto que es vital el correcto funcionamiento de los equipos usados por profesionales de la medicina. “Estamos concientizando de que por lo menos una vez al año se realicen ensayos a los equipos. En realidad, los desfibriladores, una vez al año; los respiradores deberían ensayarse cada seis meses”, apunta el ingeniero Romo.

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