Notas

Con las valijas cargadas de tesoros tangibles e intangibles

Por Marcela Ormeño

Catorce estudiantes pertenecientes a los tres institutos preuniversitarios de la Universidad Nacional de San Juan regresaron a la provincia después de un viaje transformador que los llevó hasta China en el marco del proyecto » Construyendo puentes interculturales «.

Este grupo de estudiantes viajó en el mes de abril a Shanghai, China con el desafío de integrarse y conocer la cultura y comunicarse mediante el idioma inglés. Compartieron con sus pares chinos un espacio común, universal y mundial como es la educación, usando el idioma inglés como medio para enriquecerse de otras culturas y promoviendo la excelencia académica.

Esta aventura mantuvo a estos jóvenes 21 días en el otro extremo del planeta, atravesaron el mundo en un viaje que duró 32 horas hasta su destino, y residieron en un país donde aparte de los aprendizajes otorgados por las instituciones educativas, vivieron otras experiencias que les significó una invalorable transformación. Hoy volvieron cargados de reflexiones y de valoraciones sobre la educación, las tradiciones, la cultura y la espiritualidad.

Evidentemente una nación milenaria como es China con 5000 años de historia, generó un gran impacto en nuestra juventud sanjuanina, quienes vieron con gran admiración como “chicos y grandes tienen un gran amor por su cultura, y las tradiciones están muy vivas y presentes. Vimos en la clase de historia cosas que se siguen viendo en la realidad” – expresó Santina Tinto una de las estudiantes de la Escuela Industrial Domingo Faustino Sarmiento (EIDFS)

“Respetan mucho su cultura y la enseñan, te explican y quieren que vos aprendas sobre ella, porque saben mucho sobre su historia y sobre sus dinastías”- reforzó Giulana Castillo otra de las estudiantes de la Escuela de Comercio General San Marín (ECGSM).

Otro estudiante de la EIDFS, Luciano Golfieri, explicó que “por todos lados en la ciudad, existen lugares donde se puede alquilar la ropa tradicional y es muy común ver a la gente en la calle, ataviados con esa ropa, e inclusive en la música se usan instrumentos tradicionales”.

“Respetan mucho y transmiten su nacionalismo, – siguió narrando Paula Quiroga del Colegio Central Universitario Mariano Moreno (CCUMM)- la bandera de ellos es roja y amarilla, y toda la comunidad educativa sin importar a que escuela pertenezcan o que uniforme usen, llevan un pañuelo rojo, como símbolo de su bandera”.

Obviamente estas historias dieron pie a las reflexiones si les gustaría o no que esto sucediera en nuestro país. A lo que manifestaron que si porque les “pareció algo muy lindo”.

Esta delegación sanjuanina de estudiantes tomaba las mismas clases que sus “buddies” o compañeros con los que les había tocado estudiar y residir. Así que experimentaron las mismas vivencias. Estuvieron de lunes a viernes en las instalaciones del colegio donde aprendieron, comieron y durmieron y sólo los fines de semana se iban a sus casas con la familia. De esa instancia explicaron que la escuela brinda una excelente atención, cuidado y seguridad para sus estudiantes, y que se persigue una excelencia académica, “no había día que no tuvieran deberes para hacer. Desde la primaria y durante la secundaria se preparan para el Gaokao, que es un examen muy exigente que deben realizar para ingresar a la universidad”, destacó Victoria Leotta del CCUMM.

Por otro lado, la comunidad estudiantil argentina tuvo especialmente clases de cultura china, de la ceremonia del té, kung fu, y canto.

Cuando salieron de la escuela para irse a los domicilios de sus compañeros, experimentaron la otra cara de China. El contraste entre la tradición milenaria y la modernización de las ciudades, la quietud de las aldeas más alejadas en contraposición a la vorágine de la gran ciudad, la espiritualidad generalizada, la práctica diaria de las tradiciones, la belleza en su arte, etcétera.

Y así fue que conocieron parte del país oriental, por ejemplo, la “Venecia del Este” que es como se le llama a la localidad de Suzhou, por poseer calles inundadas de agua y usan góndolas para transportarse.

También fueron a uno de los templos budistas más importantes, el Baoshan Temple, de los tantos templos budistas chinos existentes, donde uno de los estudiantes le oró al Buda de la salud. “Hay varios budas para orarles por distintos motivos” expresó el joven. Otra estudiante le tocó residir en la provincia donde se fabrica toda la cerámica china, allí pudo ver lo “hermosas que son sus cerámicas” expresó ésta.

Por supuesto que también vivieron cosas que no les parecieron tan buenas, como que en aquel lugar del mundo se cena a las 17 horas, “cuando nosotros acá recién estamos por tomar la merienda, costó un poco pero después nos acostumbramos” expresaron.

También pudieron comprobar que en ese país sus estudiantes “tienen mucha más pantalla que en Argentina, y si bien se aprende más, porque lo que les enseñan lo ven al mismo tiempo en éstas, por otro lado, eso no es bueno porque tantas horas de pantalla afecta a la vista. En China 9 de 10 estudiantes que ingresan a la Universidad sufren de miopía, mientras que en Argentina son dos de cada 10”.

Finalmente hablaron de los afectos. Mencionaron que el pueblo chino manifiesta su cariño a través de los regalos. Recibieron muchos obsequios de toda clase y “algunos tuvieron que comprar otra valija para traerlos”, expresó una estudiante. “No te dejan pasar hambre, están atentos a tus necesidades, te preguntan todo el tiempo si estas bien, y esta es su manera de ser cariñosos ya que no son de abrazar ni de besar tanto, como nosotros” explicaron los/as estudiantes.

La docente que organizó este intercambio estudiantil, profesora de Inglés Alicia Areche, explicó que este es el tercer circuito que se realizó desde que se firmó el convenio con el país de China allá por 2016. En los dos circuitos anteriores durante 2018 y 2019 la comunidad estudiantil sanjuanina fue a Shenzhen. Luego se produjo la interrupción por pandemia y ahora reanudaron yendo a Shanghai. En cada circuito también se reciben estudiantes de China en San Juan. En este último circuito está previsto que estudiantes orientales arriben a la provincia, en abril de 2025.

La delegación de jóvenes estuvo acompañada y coordinada por la profesora Alicia Areche y la jefa del departamento de lenguas extranjeras de la Escuela de Comercio, Erica Páez.

“Mi objetivo es que estos jóvenes seleccionados para el intercambio pusieran en valor que estudiar sí rinde frutos y esto está anclado en la realidad. Con un sistema abstracto como es el inglés, que es un código, les rindió un fruto concreto como fue viajar a otro país y comunicarse. La permeabilidad cultural abre un universo, una ventana infinita al contacto humano, a las expresiones tradicionales y en ese contraste darnos cuenta lo importante que es aferrarse a la cultura y las tradiciones”.

A su vez las vicedirectoras, María Fernanda Rostagno, de la Escuela Industrial Domingo Faustino Sarmiento, y Adriana Santaella, del Colegio Central Universitario Mariano Moreno, enfatizaron que “una experiencia grupal de esta índole genera un equipo donde desaparecen las rivalidades intercolegiales y comparten una experiencia única que luego deben volver y socializarla así entusiasman a sus otros compañeros a realizarla. Estamos pensando generar más experiencias como ésta”.